Fray Andrés Ferrer de Valdecebro (1620-1680), más conocido por sus tratados de simbología animal, perteneció a la última generación de la gran literatura española del Siglo de Oro. Miembro de la Orden de Predicadores, debía orientar su vida y obra a la oratoria y los temas religiosos pero su curiosidad intelectual y su capacidad de absorción de los conocimientos de su época le capacitaron para una peculiar síntesis de saberes. En aquellas horas tan bajas de la ciencia española, un tratado aparatosamente titulado El porqué de todas las cosas no podía ocultar ni sus limitaciones ni su objetivo trascendente. A pesar de ser una colección de preguntas y respuestas sobre temas de filosofía natural en la línea de los Problemata aristotélicos, la segunda parte de la obra revela un diverso procedimiento didáctico por el cual se extrae la lección moral oculta en el funcionamiento de la naturaleza o en la constitución del cuerpo humano, sin desdeñar algunos aspectos en apariencia nimios o sorprendentes. La escisión entre las dos partes del libro lo convierte en una precisa metáfora del estado de la cultura española a finales del siglo XVII: una exposición imposible de conocimientos científicos —en su mayoría ya presentes en la Edad Media— y una búsqueda de explicación final metafísica cargada del más profundo pesimismo moral del Barroco hispano.
Ofrecemos las cinco preguntas que componen el capítulo IV (60-65) con un resumen de sus notas como mínima muestra del contenido del libro.
|
|
Capítulo IV. «De los monstruos»*
60.
P.- ¿Por qué nacen monstruos en la tierra?
R.- Por muchas causas, que son éstas: flaqueza de la virtud generante, o por mucha abundancia;* por accidente en la matriz; por aprehensión eficaz y viva,* y por constelación* e influjo especial.*
61.
P.- ¿Por qué no hay ahora gigantes como en los pasados siglos?
R.- Porque está ya en los últimos desmayos la naturaleza, sin fuerza y vigor para engendrarlos, aunque hay nación hacia el Oriente que es de género gigánteo.*
62.
P.- ¿Por qué son monstruos los capones?
R.- Porque ni son hombres ni mujeres?*
63.
P.- ¿Por qué no nacen con cola los hombres como los demás animales?
R.- Porque se sientan y no pudieran sentarse si la tuvieran. Linaje de hebreos hay que tienen, y nacen con rabillos.*
64.
P.- ¿Por qué no tienen barbas los capones?
R.- Porque con la mucha abundancia que tienen de pituita son muy fríos, y con la falta de calor tienen cerrados y constipados los poros.*
65.
P.- ¿Por qué todos tienen voz de tiples?
R.- Porque recibe poco aire la caña del pulmón y ése es muy blando y sutil, y así sale la voz. Y porque la mucha humedad y pituita les embaraza las vías y órgano de la voz, como sucede en los que están acatarrados que teniendo voz muy gruesa hablan en tiple. Y como sale por muy angosta estrechura, sale sutil y delgada. Lo que también sucede en los clarines, chirimías y cornetas.*
|