fénix, palma, palmera, arena, biblia exegésis bíblica, Juan de Pineda, Rashi, Talmud, Midrash



  google

en relación con este artículo:

• Antonio de Lorea:
Libros de Emblemas Españoles. Edición Completa

• Hans Holbein:
Libros de Emblemas Españoles. Edición Completa

• Juan de Horozco y Covarrubias:
Libros de Emblemas Españoles. Edición Completa

Ediciones en CD:

emblemas

• Libros de Emblemas Españoles. Edición Completa

• La Edad de Oro de la Emblemática Europea

• Emblemas de Wither & Rollenhagen

• Alciato, Emblemata. Edición Crítica

• Emblemas de la Compañía de Jesús

• Libros de Empresas Renacentistas

• Repertorios Barrocos de Empresas

símbolos

• Jeroglíficos

• Simbolismo Animal

• Mitografías

numismática

• Numismática Renacentista

• Obras Completas de Hubert Goltzius

sabiduría proverbial

• Los Adagia de Erasmo y sus fuentes

diccionarios

• Covarrubias, Tesoro de la lengua española

obras completas

• Baltasar Gracián

Tesoros de Kalocsa

• Salterio MS 382
c. 1438

 

Fénix en lo alto de la palmera

Múltiples interpretaciones de Job 29:18

© George Sajo, 8-2-2005

Al reflexionar sobre la posibilidad de existencia de las sirenas, en un emblema donde se nos muestra a estos seres, Antonio de Lorea remite a las Escrituras, porque allí «se haze mención» de ellas, así como del fénix.

Dejando provisionalmente de lado el tremendo asunto de las sirenas —al que volveremos luego pertrechados con la autoridad del gran comentarista de la Biblia Cornelio a Lapide, que conoció a una auténtica en su Friesland natal— vemos que cuando Lorea cita al fénix en su nota marginal: «Y multiplicaré mis días como el fénix. Job, capítulo 29», confiesa echar mano de la traducción de «la versión hebrea». Y este último apunte nos hace intuir algún problema de traducción.

En efecto, si buscamos el versículo de Job 29:18 en la Biblia de Reina-Valera, leemos: «Decía yo: ‘En mi nido moriré. Como arena multiplicaré mis días’». Y si lo comparamos después con una versión diferente, la de la Jewish Publication Society de 1917, encontramos: «Luego dije: ‘Con mi nido moriré y multiplicaré mis días como el fénix’». Y la confusión es aún mayor al ver en la Vulgata: Dicebam que in nidulo meo moriar et sicut palma multiplicabo dies («Y dije: ‘moriré en mi nido, y como la palmera multiplicaré mis días’»).

Da la sensación de que los traductores de estas tres versiones tuvieron que usar tres fuentes distintas. Para intentar aclararlo nos dirigimos primero al texto original hebreo de la Biblia. Aquí la palabra es chol, cuyo significado es ciertamente ‘arena’. Este sentido se mantiene en otros lugares bíblicos donde aparece la palabra, como la famosa promesa de Dios a Abraham: «multiplicaré tu simiente como las estrellas del cielo, y como la arena que está a la orilla del mar» (Gén 22:17). Así que, en principio, ‘arena’ tampoco sonaría mal en nuestro verso. ¿De dónde salen, pues, estas otras traducciones más exóticas?

Comparando las traducciones de este verso en diferentes versiones de la Biblia queda claro enseguida que el trueque del fénix por arena ocurre principalmente en las ramas judías. Tal interpretación de la palabra chol en este verso particular refleja una temprana tradición exegética que encontramos en varios comentarios hebreos. Uno de los más difundidos e influyentes, desde el siglo once, fue el del exegeta judío francés Rabí Shelomo Yitzhaki, o Rashi, no solo leído por los judíos, también por hebraístas cristianos y comentaristas de la Biblia. Rashi habla así de nuestro verso: «Hay un ave llamada chol, y la muerte no tiene poder sobre ella porque no probó el fruto del árbol del conocimiento. Al cabo de mil años se renueva y torna a su juventud». Con lo que está aludiendo, sin duda, a la legendaria ave fénix. Los hebraístas cristianos de los siglos dieciséis y diecisiete estuvieron bien al tanto de esta lectura. Algunos dieron —con mayor o menor explicitud— a Rashi como su fuente: Juan de Pineda menciona a «Rabbí Salomón», Johann Clemens Drusius anota «R. S.», una obvia abreviatura, y François Vatable se refiere a «cierto ilustre hebreo», que no podemos suponer otro que el mismísmimo Rashi.

Por descontado que Rashi tenía sus propias fuentes. Sobre todo, se basa en los primeros comentarios rabínicos de la Biblia, los Midrashim. En uno de ellos, el Bereshit Rabbah (19:5) encontramos el siguiente comentario al Génesis 3:6: «[Eva] se lo dio a comer [el fruto prohibido del árbol del conocimiento] al ganado, bestias y pájaros. Todos le obedecieron y comieron de él, salvo cierta ave llamada chol, como está escrito, ‘Entonces dije: Con mi nido moriré, y multiplicaré mis días como el chol [es decir, fénix]’ (Job 29:18). La Escuela de R. Jannai y la de R. Judan b. R. Simeón difieren. La de R. Jannai sostenía: ‘Vive mil años, al cabo de los cuales un fuego que se desprende de su nido lo quema, mas queda aún como un huevo, y le crecen nuevos miembros y vive otra vez’. R. Judan b. R. Simeón dijo: ‘Vive mil años, al cabo de los cuales su cuerpo se consume y le caen las alas, mas queda aún como un huevo, tras de lo cual le crecen nuevos miembros y vive otra vez’».

El Bereshit Rabbah no es la única fuente rabínica antigua donde consta un paralelo entre la descripción de la legendaria ave fénix y nuestro verso de Job. En el Talmud babilónico, en el tratado Sanhedrin (108b), escuchamos el fantástico relato de un testigo ocular del Diluvio tan autorizado como Sem, el primogénito de Noé. Sem relata con pelos y señales los trabajos de alimentar a las diversas clases de animales en el Arca. Y en cierto punto se refiere al ave fénix: «En cuanto al fénix, mi padre lo descubrió echado en la bodega del arca. ‘¿No necesitas ningún alimento?’, le preguntó. ‘He visto que estabas ocupado’, replicó, ‘así que me dije: no le molestaré’. ‘Debe ser la voluntad (de Dios) que no murieras’, exclamó; así está escrito, ‘Entonces dije, moriré en el nido, pero multiplicaré mis días como el chol [fénix]’.»

¿De dónde sacaron el Bereshit Rabbah y el Sanhedrin la extraña idea de que Job 29:18 hablaba del fénix y no de la arena? Mientras no encontremos ningún soporte etimológico, solo podremos conjeturar. El Sanhedrin, incluso, utiliza un término completamente diferente —urshina— para designar al fénix en la primera parte de la historia, no relacionado, ni de lejos, morfológica o etimológicamente con el chol en Job. A pesar de todo, podemos dar una explicación plausible analizando la estructura del verso en cuestión. Si consideramos las dos mitades del verso como paralelas, vemos que la palabra «nido» en el primer hemistiquio requiere una yuxtaposición en el segundo, por lo cual es muy lógico comparar la duración de la vida de Job con la de un ave. ¿Y por qué exactamente un fénix? El orden de los dos hemistiquios lo sugiere bien: de manera no muy lógica, Job habla primero de morir y luego de multiplicar sus días. Es obvio que no muchas criaturas vivientes son capaces de morir primero en sus nidos y multiplicar con posterioridad sus días; el legendario fénix sí que tenía estas mañas.

Otro verso interesante como paralelo o prueba está en Salmos 103:5: «Renueva tu juventud como la del águila». No solo el simbolismo del verso —la mención de un ave que de algún modo puede regresar a su juventud— muestra el neto contacto con el de Job, reforzando la interpretación tradicional judía, sino que el comentario de Rashi a Job, está tomado casi letra por letra del de Salmos 103:5, como si quisiera usar el verso de los Salmos implícitamente como soporte de su comentario a Job.

La tercera traducción de la palabra chol, ‘palmera’, que aparece en la Vulgata, tiene su origen sorprendentemente en la interpretación anterior. Por lo que sabemos, San Jerónimo consultaba tanto el texto hebreo original como el griego de la Septuaginta al trabajar en su traducción al latín de la Biblia, la Vulgata. Mientras en muchos pasajes dudosos prefería el texto del original hebreo, en este caso particular escogió el de la Septuaginta, que pone στέλεχος φοίνικος, es decir, ‘tronco de palmera’, de donde el verso, en español, es: «Y dije, mi edad continuará como el tallo de una palmera; viviré un largo tiempo». Podemos apreciar de inmediato el reflejo formal entre las palabras φοίνικος y φοῖνιξ, la primera significa ‘palmera’, y la segunda ave ‘fénix’. Es muy probable —como también sugiere parcialmente el comentarista de Job del siglo diecisiete Philipp Codurcus— que en el momento de la compilación de la Septuaginta estuviera más o menos establecida una tradición interpretativa judía por la que este verso tenía que ver con el fénix, y seguramente sería traducido en las primeras versiones de la Septuaginta de acuerdo con ella. En algún momento durante la copia del texto griego, a algún copista que no estaba al tanto de esta tradición, pudo confundirle la palabra y llegar a la conclusión de que debía tratarse de φοίνικος, no de φοῖνιξ. Para deshacer la ambigüedad pudo añadir la palabra στέλεχος, ‘tronco’, quizá por considerar que el largo tronco de la palmera sería una representación más obvia de una larga vida.

Que no todos los antiguos intérpretes judíos conocidos de la Biblia estaban al tanto de la tradición reseñada sobre este verso, se hace más verosímil viendo la primera paráfrasis aramea, el Targum, que escribe chala, es decir, ‘arena’ en el lugar en cuestión.

Como hemos visto, esta interpretación particular de la Septuaginta fue adoptada por Jerónimo, y los primeros comentaristas cristianos siguieron sus huellas fielmente. Por ello encontramos elaborados y edificantes paralelos entre el el tronco de la palmera y la fe de la Iglesia en la Glossa Ordinaria medieval, escrita en el más complejo y florido latín escolástico. De otro lado, los hebraístas cristianos de los siglos dieciséis y diecisiete —Drusius, Grotius, Codurcus, así como Pineda— son plenamente conscientes de la debilidad de esta interpretación, y aunque todos la mencionan en sus comentarios a Job —así como todos hablan de la tradición judía de interpetrarlo como ‘fénix’— la mayoría prefieren la traducción más literal de la palabra, es decir, ‘arena’. El español Juan de Pineda con un espíritu jesuítico realmente innovador, llega hasta la síntesis de la tradición judía con la de la Septuaginta. Resume su muy elaborado comentario sobre este verso expresando su esperanza de una larga vida, no menor que la del fénix o la de la palmera, en cuyo tronco uno puede contar tantos años.

Esta interpenetración de interpretaciones también nos ayuda a comprender una, de otro modo bastante enigmática, composición del mismo periodo. Está en los Sacra symbola de Juan de Horozco (Agrigento 1601). Este libro de emblemas en latín (aunque con epigramas en español), menos conocido pero no menos ingenioso que el otro libro de emblemas de su autor (Emblemas morales, Segovia 1589), iba dedicado al Papa Clemente VIII y por ello una buena parte de sus emblemas se elabora sobre la impresa del Papa —justamente un ave fénix—. Así, en el emblema 6 vemos un fénix sobre su nido en lo alto de una palmera, con el mote «Ut vivam», mientras el epigrama afirma que el fénix —y el alma por él simbolizada— en el fuego «no puede ser consumida, / antes se alarga la vida». A pesar de que ni el epigrama, ni el comentario se refieren a la fuente bíblica, no es difícil reconocer los mismos esfuerzos conciliadores de las diversas interpretaciones de Job 29:18 que atestiguaba arriba el paisano de Horozco, Juan de Pineda.

Como reza el dicho, quienes no aprenden de la historia están condenados a repetirla. Esta profecía se cumplió con rigor en el copista de la traducción comentada del Libro de Job que hiciera el buen hebraísta fray Luis de León hacia 1580. El manuscrito autorizado de esta obra (Universidad de Salamanca, ms. 219) compone nuestro verso como sigue: «Y decíame: en mi nido espiraré, y multiplicaré como paloma».

El pobre copista acababa de añadir una nota más en la impresionante lista de metamorfosis de esta ave fénix. Tal como su predecesor helénico hizo un milenio y medio atrás con la palabra φοῖνιξ, está vez copió mal la ya mal copiada palabra ‘palma’ como ‘paloma’. Incluso mantuvo la misma actitud de su predecesor al deshacer toda ambigüedad en el error repitiéndolo dos veces en el comentario del verso. Por ello podemos concluir con razón que no se trataba de un simple error, sino que nuestro pío copista anduvo guiado por la inspiración divina al reconvertir la palmera de la Septuaginta y la Vulgata en un ave; pero en vez del pájaro fabuloso de aquellos antiguos paganos, la transformó en otro más espiritual y místico, más elevado y cargado de simbolismo cristiano: la blanca paloma, símbolo de pureza y del Espíritu Santo. Así, la metamorfosis del Fénix cerró el círculo.

En las traducciones más recientes de la Biblia no encontramos ni rastro de toda esta efervescente discusión y estas batallas exegéticas alrededor de la pequeña palabra chol. Hay un amplio consenso que le otorga el significado de ‘arena’ y prácticamente nadie sigue en este caso particular el criterio de la Septuaginta y la Vulgata. Sin embargo, en la mayoría de las traducciones judías de las Escrituras hebreas, el fénix todavía vive y prospera con vigor, y acaba de entrar en su tercer ciclo de vida, pues, como hemos sabido por aquel «cierto ilustre hebreo», Rabbi Salomon, «al cabo de mil años se renueva y torna a su juventud».

 

Antonio de Lorea, David pecador, Madrid 1680, Discurso 1.2 (Fascinio punit)

Para entender la propiedad, es necesario aueriguar si ay sirenas, porque algunos dizen, que estas son como el aue Fenix, y que como es fabulosa la vna, lo es la otra. De anbas aze mencion el Texto Sagrado. (B)

Nota al margen: (B) Et quasi Phoenix multiplicabo dies meos. Iob. 29. Translat. Heb.

Hans Holbein, Historiarum Veteris Testamenti imagines ad vivum expressae, Lyon: Fratres Frellonii 1543

Iob alloquitur Dominus, ostendens ei suam iustitiam ex inscrutabilibus suis operibus.

Biblia sacra polyglotta, ed. Brianus Waltonus, Londres: Thomas Roycroft 1657, II. 56.

• איוב : כט

ואמר עם־קני אגוע וכחול ארבה ימים׃

Et dicebam, cum meo nido expirabo: & sicut arenam multiplicabo dies.

• תרגום Targum (Paraphrasis Chald.):

ואמרת עם תוקפי בשרכפי אתנגיד וכחלא אסגי יומיא׃

Et dixi: Cum fortitudine mea in nido meo deficiam; & sicut arena multiplicabo dies.

• Versio Graeca LXX. Interpretorum:

Εἶπα δὲ, Ἡ ἡλικία μου γηράσει ὥσπερ στέλεχος φοίνικος, πολὺν χρόνον βιώσω.

Dixi autem, Aetas mea senescet, sicut truncus palmae: multo vivam tempore.

• Versio Vulgata:

Dicebamque: In nidulo meo moriar, & sicut palma multiplicabo dies.

Salmo 103:5

המשביע בטוב עדיך תתחדש כנשר נעוריכי׃

Rashi sobre Job 29:18

וכחול ארבה ימים - עוף ושמו חול ולא נקנסה עליו מיתה שלא טעם מעץ הדעת ולבסוף אלף שנה מתחד׳ וחוזר לנערותו׃

Bereshit Rabbah 19:15

האכילה את הבהמה ואת החיה ואת העופות הכל שמעו לה חוץ מעוף אחד ושמו חול הה״ד (איוב כט) וכחול ארבה ימים דבי רבי ינאי אמרי אלף שנה הוא חי ובסוף אלף שנה אש יוצאה מקנו ושורפתו ומשתייר בו כביצה וחוזר ומגדל אברים וחי ר׳ יודן בר״ש אומר אלף שנים חי ולבסוף אלף שנים גופו כלה וכנפיו מתמרטין ומשתייר בו כביצה וחוזר ומגדל אברים׃

Talmud Bavli, Sanhedrin 108b

אורשינה אשכחיניה אבא דגני בספנא דתיבותא אמר ליה לא בעית מזוני אמר ליה חזיתיך דהות טרידא אמינא לא אצערך אמר ליה יהא רעוא דלא תמות שנאמר (איוב כט) ואמר עם קני אגוע וכחול ארבה ימים׃

Biblia sacra cum Glossa ordinaria... et annotationibus de Nicolaus a Lyra, Venecia 1603, III. 277.

Codurcus, Annotata ad Iob, Frankfurt 1695, 885.

18. Dicebam itaque] Haec meritò speravit Job, ὃ γὰρ ἐὰν σπείρη ἄνθρωπος τοῦτο καὶ θερίσει, ut ait Apostolus ad Gal. 6. 7. Sed tempus messis patienter exspectandum, & multa ferenda, ἀγαθοποιοῦντες οὖν μὴ ἐκκακῶμεν. Moriar in nido meo.] Hebr. Cum nido meo exspirabo. Unde quorundam Hebraeorum in mentem venit elegantissima interpretatio, quae à Jarrhio affertur. Dicit avem esse cujus nomen est חול quae nunquam moritur, quod de arbore Scientiae non gustaverit; sed post mille annos renovatur, atque iterum cernitur in primo juventae flore. Haec è Rabbinis traduntur in Bereschit Rabba, & in codice Sanedrin, ut refert Baal Haruch, omnes gustasse de arbore Scientiae, unâ exceptâ ave cui nomen est כחול .חול Masora notat bis inveniri. Atque in nostris exemplaribus excusis literae כ attexitur Siman alterius loci על שפת הים. Loca illa sunt 1. Sam. 13. 5. כחול אשר על שפת הים & 2. Sam. 17. 11. Sed Mercerus asserit se in Masora Bibliorum manuscr. Reginae legisse ב׳ בתרו ליש׳, i. bis in diversa significatione. Unde sequitur hîc juxta illam Masoram non significare arenam, quia apud Samuelem id significat. Dubium non est avem illam, esse nostrum fabulosum phoenicem. Hinc manavit error Graeci interpretis, qui חול στέλεχος φοίνικος interpretatur. Acceperat ab aliquo Judaeo חול esse phoenicem quod illi imposuit. Nam Judaeus intellexit avem, Graecus arborem putavit. Latina Vulgata obsecuta est Graeco, & palmam vertit: sed חול nunquam palmam significat. חול apud Rabbinos opponitur Sabbato, estque dies profestus, dies profanus. Vide Eliam in Thisbi. Est quidem scita admodum & lepida illa Rabbinorum interpretatio, sed inani fabula nixa. Tritum est in Scriptura per arenam significari numerum innumerum & copiam maximam, ut Psal. 139. 18. מחול ירבון de Divinis cogitationibus dictum, quarum magnitudo & multitudo arenas superat.

Juan de Horozco y Covarrubias, Sacra symbola, Agrigento 1601, Emblem 6: Ut vivam

En tal fuego de amor santo
No puede ser consumida,
Antes se alarga la vida.

Flamma Dei viuax succenso in pectore veram
Non adimit vitam, quae renouata viget.

Fray Luis de León, Traducción comentada del Libro de Job (entre 1580 y 1585), MS 219 de la Biblioteca de la Universidad de Salamanca (ed. Javier San José Lera, 1992, II. pp. 632 y 637)

Y decíame: en mi nido espiraré, y multiplicaré como paloma. (f. 329v)

Y decíame, esto es, y prometíame a mí: espiraré en mi nido, esto es, en mi casa y mi descanso, llegaré hasta el día postrero, y multiplicaré mis días como paloma, o como arena, según otra letra; esto es, viviré largos años: porque a la piedad y al bien hazer promete en sus Letras Dios larga vida. (f. 333v)

Juan de Pineda, Commentaria in Job, Colonia 1733 (primera ed. 1597-1601), II. 329 y 337.

Et sicut palma multiplicabo dies. Statuebam (inquit) fore, ut diutissime viverem sicut palma. Sed de palma nunc significatione non parva est dissentio: nam eandem vocem originalem Hhol, (חול) Vulgatus interpres vertit arenam, Deuter. 33. 19. & Psalm. 138. 18. Super arenam multiplicabuntur, & Hoseae. 1. 10. Filii Israel, quasi arena maris. Quare hic quidem vertunt: Sicut arena multiplicabo dies: nam cum arena quaelibet, quantumvis maxima multiplicatio numeri comparari solet. Alii post R. Salomonem & antiquiores Hebraeos, Phoenicem vertunt quod sequuntur Tygurina & Cajetanus. Atque hunc etiam Jobi locum Tertullianus de Resurrectione cap. 13. legit: Sicut Phoenix multiplicabo dies, atque adeo Philippus Presbyter hoc loco testatur, idem esse Palma & Phoenicis avis nomen, fortassisque de ave loquutum Jobum, ut sicut illa nidum sibi faciens, in ipso post multa tempora, à semetipsa dicitur concremari, & rursus de ejusdem nidi cineribus resurgere; ita Job dicat se per mortem in cinere carnis, velut in nido pro tempore futurum & inde resurrecturum in gloria, de quo diximus supra cap. 19. v. 25. ubi etiam lectionem illam Psalm. 91. Justus ut Phoenix florebit, ex Tertulliano adduximus. Facitque cum hac expositione, tum quod Phoenix sit symbolum vitae longissimae: nam vivere sexcentis sexaginta annis, scribit Plinius, at vero quingentis, Ambrosius, & Hieronymus, post Herodotum & Ovidium. Hac ubique quinque suae complevit saecula vitae, &c. Quadraginta & quingentis, Solinus, cum quo videtur convenire Mela. Alii mille annos vitae tribuunt, ut Martialis:

Qualiter Assyrios revocant incendia nidos,
  Una decem quotiens saecula vixit avis.

Tacitus scribit esse qui asserant, Mille quadringentos sexaginta vivere. Scribit etiam Plinius auctore Manilio: Cum hujus alitis vita fieri conversionem magni anni. Quamvis (inquit Solinus) plurimi auctores magnum annum, non quingentis & quadraginta, sed duodecim milibus nongentis quinquaginta quatuor annis constare dicant. Recte ergo dici potest per elegantem Hyperbolen, atque comparationem, Sicut palma, Phoenix multiplicabo dies. Facitque pro eodem mentio illa nidi facta, nam videtur non solum vitam longaevam mortemque foelicissimam sibi pollicitus, sed honorificentissimum quoque funus. Nam suum Phoenix rogum, nidumque construit ex thuriferis surculis lignisque odoriferis, in quo concrematur. Atque adeo Herodotus scribit: Phoenicem juvenem gestare patrem paternosve cineres myrrha obvolutos in templum Solis, ibi denique humare. Ergo mors funusque Phoenicis supremi honoris, funerisque honorificentissimi symbolum erit.

Sed Palmam, tamen hoc loco praeter Latinum Interpretem, agnoscunt leguntque Septuaginta: Sicut truncus palmae, multo vivam tempore, ubi forte truncum, dixerunt, tum propter firmitatem tum propter gradatos illos corticis pollices, quos cum faciunt rami decidentes singulis annis, annuis gradibus crescere videtur, adeoque in trunco palmae, multi anni numerantur. Atque sicut rem illam de Phoenice ave juvare videbatur mentio illa nidi, ita rem hanc de Palma confirmat profecto mentio Radicis aperta secus aquas, sententia sequente.

Paraphrasis: ... Et sicut palma multiplicabo dies. Firma quoque spe sustentabar fore, ut non minus diuturnam vitam ducerem, quam Phoenix, cujus est vita longissima; aut quam palma, in cujus trunco multi anni ex decidentibus annuatim ramis numerari possunt.

 
 

última hora

• ¡Regístrese para nuestras novedades!

• 5.4: RSA: una recapitulación

• 4.4: Edición DVD de Covarrubias, Tesoro de la lengua española

• 18.3: Tesoros de Kalocsa, vol. 1: Salterio MS 382

más...

silva

Sancho Panza y la tortuga

Un encuentro con la Inquisición

Fénix en lo alto de la palmera

Canis reversus

La Voz de su Amo

El mejor verso de Virgilio

Comer tortuga, o no comerla

blog de studiolum

•  Chinatown

•  Un viaje a la mente barroca

•  Unde Covarrubias Hungaricè didicit?

más...

biblioteca abierta

• Bibliografía Emblemática Hispánica

• Horapolo, Hieroglyphica 1547

• Alciato, Emblemata 1531

• El Album Amicorum de Franciscus Pápai Páriz

• Ludovicus Carbo, De Mathiae regis rebus gestis (c. 1473-75)

• Epistolario de Pedro de Santacilia y Pax

medio maravedí

Textos y Estudios de Literatura Española Medieval y del Siglo de Oro