Los antiguos, afirmaba Cartari en su
famoso manual de mitografía, representaban el año con
un Jano
bifronte. Una de sus caras miraba adelante, al futuro, y la
otra hacia atrás, al lugar del pasado.
Por ello, si cerrábamos nuestra Silva del
año pasado con
un perro mirando expectante a su amo, permítasenos abrirla
de nuevo con un perro mirando atrás, hacia...
Bien,
digamos que también hacia su amo. Pero antes de hablar del amo
examinemos el pedigrí de este perro.
Todo perro que corre mirando
hacia atrás es un perro que poco antes corría mirando al
frente. A la derecha podemos ver el posible aspecto de
nuestro can en esta última pose, tal como aparece en la
ilustración del Thierbuch de Conrad Gesner, el
patriarca de todas las historias naturales ilustradas.
El Thierbuch, como anuncia
en su título
completo, contenía «vivos y verdaderos retratos» de animales,
capturados, como quería Lessing, en su momento más propio, en
su epifanía reveladora de la esencia de la especie.
No extraña, por tanto que esta
representación —que pretendía ser la específica del
foxhound inglés— fuera adoptada en las posteriores
historias naturales como un retrato de la especie Canis
en su conjunto.
Así la encontramos, por ejemplo, en la
traducción alemana del De animalibus de Alberto Magno,
o en la edición ilustrada y comentada de la Naturalis
historia de Plinio, de Frankfurt.
En este último libro
queda claro que el retrato del lobo también se forjó sobre el
modelo del perro corredor en lugar de tomarlo de la más
estática figura del lobo de Gesner.
Lobo del Thierbuch
de Gesner, 1556
Lobo del Bücher...
de Plinio, 1565
adaptado al esquema del
perro corredor.
Y en el árbol geneálogico del
perro corredor de Gesner también encontramos, junto a los
herederos más o menos legítimos en las historias naturales
ilustradas, descendencias más espurias, entre las que se
cuentan los libros de emblemas.
En los emblemas 1.37 y 1.38 de las
Empresas espirituales y morales de Juan Francisco de
Villava, por ejemplo, vemos una metamorfosis similar a la del
Bücher de Plinio, con la diferencia de que el familiar
esquema del perro corredor aquí se ha trasladado al león
corredor —y lo mismo ocurre con un cerdo y un ciervo
corredores en la Segunda Parte de este mismo libro (emblemas
2.27 y 2.33).
El emblema 1.21 de los Emblemas
morales de Sebastián de Covarrubias ilustra
el exemplum del perro que bebe rápidamente del agua del
Nilo, apártandose enseguida temeroso de los cocodrilos, como
lo contó Plinio.
La pictura, no obstante, no ofrece ni
el Nilo, ni el cocodrilo, como sí hace, pongamos por caso,
Johannes Sambucus en el emblema que
dedica al mismo asunto (más tarde copiado por Geoffrey
Whitney).
Mientras Sambucus inserta su perro gesneriano en
medio del contexto del relato de Plinio (en una posición algo
absurda, pues parece que se está lanzando a las fauces
abiertas del cocodrilo), en Covarrubias solo ha quedado el
perro corriendo, como una simple abreviación gráfica de la
historia.
Johannes Sambucus, Emblem 28
(Sobrie potandum)
El hermano de Sebastián de
Covarrubias y Horozco, Juan de Horozco y Covarrubias va un
paso más alla y añade un elemento más original al
Idealtypus de este perro corredor.
Aquí el animal
representa nuestros pecados que, si se los expulsa, se apartan
de nuestro lado pero, al igual que el perro, a la primera
llamada para que vuelvan corren a juntarse de nuevo con
nosotros, sus amos.
Y la pictura con el perro que vuelve su
cabeza hacia atrás, con ese gesto y perfil
marcadamente
egipcios, casa sin fisuras con la interpretación moral para
ofrecer un ideal
jeroglífico renacentista.
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Vincenzo Cartari, Le imagini de i dei de gli antichi, Venecia 1571,
49.
Mostrano anchora le due faccie di Giano il tempo, che tuttauia
uiene: e perciò l’una è giouine, e quello che già è passato, onde
l’altra è di maggiore età, e barbuta. Plinio scriue che Numa Re de
Romani fece una statoa di Giano con le dita delle mani acconcie in
modo che mostrauano 365. accioche si conoscesse percio che egli era
il Dio dell’anno; perche l’anno ha tanti dì, quanti ei ne mostraua
con le mani: conciosia che gli antichi piegando le dita, o
stendendole in diuersi modi mostrassero tutti i numeri che uoleuano,
come si po uedere appresso del beato Beda, che ne fa un libretto. E
Suida parimente riferisce, che per mostrare Giano essere il
medesimo, che l’anno gli posero alcuni nella destra mano 300. e 65.
nella sinistra, e che altri gli diedero la chiaue nella destra per
farlo conoscere principio del tempo, e portinaio dell’anno.
Conrad
Gesner, Thierbuch, das ist Ausführliche beschreibung vnd lebendige
ja auch eigentliche Contrafactur vnd Abmahlung aller Vierfüssigen
thieren, Heidelberg 1556
Von dem Britannischen Schmeckhund. (Canis Britannicus. Sagax. Ein
Brack. Ein Schottischer wasser Hund. Ein Rache.)
DIses ist auch ein besondere arde der Schmeckhunden, dann er nit
allein die vögel, wilden Thier mit seinem geschmack erzeigt vnd
nachhalt, sonder auch die fisch in den wasseren, zwischen den velsen
vnd schropffen, vnnd das mit seines geruchs eigenschafft.
Albertus Magnus, Thierbuch, Frankfurt 1565
Plinio, Bücher vnd Schrifften von der Natur, Frankfurt 1565, p. 200.
Juan Francisco de Villava, Empresas espirituales y morales, Baeza
1613, Emblemas 1.37 y 1.38
Sebastián de Covarrubias y Horozco, Emblemas morales, Madrid 1610, Emblema 1.21 (Nolite cor apponere)
Si las riquezas vieres que corriendo
Van, como el agua, y ruedan por el suelo.
No te arrojes de bruzas, presumiendo
En ellas encharcarte, mira al cielo:
Y con la mano à tragos, y huyendo,
Refrescate, passando tan de buelo,
Como el perro sediento por el Nilo,
Temiendo no le muerda el Crocodilo.
Juan de Horozco y Covarrubias, Symbola sacra,
Agrigento 1601,
Emblema 49 (Revocatus aderit)
Amenaçando el deleyte
Como el can, no se detiene
Huye y si le llaman, viene.
Vt canis expulsum vitium diffugit, at istud
Non secus atque idem si reuocatur adest.
CVM variae de beatitudinis ratione fuerint antiquorum sententiae,
nihil turpius dici potuit, nihil absurdius, quàm in voluptate
constituere. Si enim ita esset, nihil impediret, quin & pecudes
beatae dicerentur. Est autem voluptas praeter modum elata laetitia,
ex Isidoro: siue, iucundus motus in sensu; Ad quam describendam
conueniet illa Isidori definitio, sordidae mentis inquinatio con
quadam ad illicita lubrica suauitate. Ex quo satis constat, quàm sit
fugienda, quamuis se sponte offerat gratuito: cùm aliàs nonnisi
dolore emi soleat. Et cuius appetentia plena est anxietatis, sicut
satietas poenitentiae. Atque ita omni modo arcendae sunt, atque
propellendae voluptates, quae sic discedunt, & fugiunt modò iterum
non vocentur. Tunc enim facilè reuocantur: iuxta similitudinem
expulsae canis, quam si fugientem videris, nunquam redituram credas:
at illa vel fugiens caput retorquet, & si denuo vocantis vocem
audiat, accedit nil timens, cum hilaritate & blanditijs. Vitia ergo
semel relegata semper longe sint à cunctis nam postliminio reuersa
integrè sua recuperant, & perniciosius nocent. |