Reflejo en textos e imágenes de las largas tensiones entre Francia y España en el Siglo de Oro, estas Rodomuntadas y Emblemas, olvidados desde el siglo XVII, caricaturizan con virulencia a los españoles y exhiben la agresividad mordaz de las mejores guerras de papel libradas entre ambos países.
Nacidas en universos retóricos y literarios diversos, el de los emblemas y el de los dichos, después de una primera vida editorial independiente, ambas obras empezaron a ofrecerse juntas en 1634 (el mismo año de la sonada victoria española en Nördlingen). Sumaban así su sarcasmo antiespañol y mantuvieron su presencia cáustica, ciertamente emparentada con la Leyenda Negra, en numerosas impresiones hasta los umbrales del siglo XVIII. Hoy volvemos a leerlas arropadas por unos estudios que desmenuzan las causas y razones de aquel mundo de caricaturas grotescas y nos ayudan a precisar la ubicación de España en Europa.
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